La incorporación en el sector de la minería de nuevas vías de investigación ha permitido a GHM Consultores ofrecer un servicio acorde a las necesidades actuales del sector, como por ejemplo, la incorporación de estudios hidrogeológicos en minería subterránea para detectar la presencia de acuíferos, con objeto de facilitar el diseño adecuado de las galerías, prever medidas de sostenimiento o, incluso, rebajar el nivel freático durante la explotación, así como el aprovechamiento del agua subterránea para las la explotación minera. Así mismo es necesaria una caracterización del recurso hídrico y sus áreas de flujo, ya que uno de los problemas ambientales más común en operaciones mineras tiene como protagonistas al aire y al agua que meteorizan la roca, generando drenaje ácido.
¿Qué es el drenaje ácido?
El drenaje ácido es la circulación de fluidos oxidantes derivados de la meteorización de sulfuros metálicos, como la Pirita, típica en depósitos como pórfidos cupríferos, depósitos de sulfuros masivos, o estratoligados de Zn, Pb, y Cu.
Estos fluidos, al circular por zonas favorables del macizo rocoso, son capaces de lixiviar y transportar metales pesados. Este proceso, que ocurriendo de forma natural puede generar un enriquecimiento de mena mineral en un yacimiento, constituye un problema cuando se produce en relaves, explotaciones actuales, o hay circulación hacia ríos y acuíferos.
Los efectos ambientales del drenaje ácido pueden ser de diferente índole, según el área, desde la afección al crecimiento y reproducción de la vida vegetal en las cercanías de la zona afectada, hasta la contaminación de ecosistemas acuáticos y acuíferos de agua destinada al consumo.
Es un problema que ha causado daños irreversibles en muchos lugares en el pasado, debido a su falta de control en explotación y cierre de faenas mineras, y que en base a la legislación vigente requiere un control exhaustivo, que se divide en tres partes, según la Guía Metodológica de Drenaje Ácido para la Industria Minera de Chile: Control primario (interacción aire-roca), secundario (control de agua), y terciario (control de la lixiviación).
Control
En la mayoría de los sitios mineros el problema del drenaje ácido es identificado después de su generación, es decir, que el control secundario es parte fundamental para evitar la migración de fluidos. Entre otras medidas correctoras y de control, se aplican las siguientes:
– Reducir la infiltración del agua de lluvia y superficial (si la hubiera, depende de las condiciones climáticas)
– Co-disposición de residuos de roca y relaves (mayor facilidad de manejo)
– Desviación del agua superficial
– Interceptación del agua subterránea (rebaje del nivel freático, requiere una detallada investigación para definir el flujo subterráneo, para proponer las mejores soluciones técnicas al problema. GHM Consultores, como especialista en hidrogeología, aporta soluciones para la ejecución de este tipo de medidas, complejas a nivel técnico, pero muy efectivas.
Si estas medidas se aplican correctamente el problema será reducido en gran medida, aunque hay que tener en cuenta que es casi imposible evitarlo en su totalidad, ya que las reacciones de oxidación se producen de forma natural en presencia de oxígeno.
Finalmente, es de vital importancia aplicar un plan de cierre adecuado, ya que el drenaje ácido es característico de faenas cerradas donde no se ha ejecutado control alguno tras terminar la explotación.
El sector de la minería requiere en la actualidad un compromiso medioambiental firme. GHM Consultores trabaja en pro de minimizar el impacto producido en este tipo de explotaciones.
(Foto de www.eyeonspain.com)