Energías renovables en Chile
A día de hoy, Chile es uno de los países que más está apostando por el desarrollo de proyectos de energías renovables. Las condiciones que presenta el país para ello, son, desde luego, envidiables. Con una extensión longitudinal de varios miles de kilómetros, Chile cuenta con una gran variabilidad de zonas climáticas, cada una con sus condiciones particulares, donde es posible ajustar y desarrollar proyectos de diferentes tipos de energías renovables.
Eólicas en zonas ventosas y costeras, fotovoltaicas repartidas sobre superficies desérticas que reciben la luz del sol más del 90 % de los días del año, hidroeléctricas en los grades ríos del sur (quizá estos los proyectos más controvertidos), e importantes zonas de gran potencial geotérmico aún por investigar, esperando proyectos de explotación.
Dejando de lado los posibles intereses particulares de políticos y empresarios, sería de necios no reconocer el potencial existente para este tipo de energías, por lo que, con buen criterio, el actual gobierno ha aprobado el desarrollo de más de 70 proyectos de este tipo desde que accedió al poder en marzo. Pero, ¿A qué se debe esta explosión de interés?
Hidroeléctricas a la baja, energía para la gran minería
Chile es uno de los países con una factura energética más elevada de América Latina. Esto se debe a una combinación de diferentes factores.
Una buena parte de la energía del país es producida por hidroeléctricas en los ríos del Sur del país, pero sucesivos años de sequías han mermado la producción. Además, la construcción de nuevas hidroeléctricas, suelen ser proyectos polémicos y socialmente mal vistos, ya que afectan al entorno natural, algo que las poblaciones locales no aceptan, ya que la mayor parte de esa energía no es para su beneficio, sino para el de grandes ciudades y minería. Por ello son proyectos que cada vez son más costosos de sacar adelante, y que se dilatan en el tiempo.
Además de esto, Chile no cuenta con yacimientos de combustibles fósiles, por lo que actualmente debe importar más del 90 % del carbón y petróleo que consume en sus plantas energéticas.
Por suerte energéticamente hablando (o por desgracia para las empresas mineras), el consumo de cobre se ha rebajado en los últimos dos años, pero si las previsiones de alza se cumplen, será necesaria la generación de mayor cantidad de energía para sostener la producción (por muchos chilenos son conocidas las carencias energéticas cuando esto ocurre, sufriendo típicos apagones y cortes debido a la sobre demanda).
76 proyectos aprobados desde marzo
El gobierno actual ha aprobado el desarrollo de 76 proyectos de energías renovables desde marzo, con una inversión estimada necesaria de 7000 millones de dólares. Esto supone un gran impulso para el desarrollo energético del país, generando puestos de trabajo, reduciendo la factura energética una vez se completen, y abriendo la mano al desarrollo de nuevos proyectos, algo que durante el año 2014 se ha visto reducido.
Finalmente sería deseable la continuación por esta línea de inversión, ya que debido a las carencias energéticas que sufre el país, se produce uno de los problemas más indeseables y que afectan por igual a todos los ciudadanos que viven en centros urbanos, la contaminación.
Se podría justificar la contaminación de la ciudad de Santiago como la suma de determinados condicionantes (tantos que no vamos a entrar a ello aquí), donde parte importante es la no ventilación del aire por el efecto de muro que ejerce la cordillera.
Lo que no es entendible es que ciudades mucho menores y no condicionadas por su ubicación, tengan niveles similares niveles de contaminación por el uso de carbón y leña como principales fuentes de generación de energía. Esperemos que en los próximos años dichos niveles puedan verse reducidos gracias al aporte que tengan estos nuevos proyectos.
GHM Consultores, especialistas en proyectos de energías renovables
GHM Consultores cuenta con amplia experiencia en diferentes proyectos desarrollados sobre toda la geografía Chilena, entre otros:
Parques fotovoltaicos: estudios geológico-geotécnicos, estudios de riesgos, recomendaciones de cimentaciones, estudios de comportamiento de agua superficial y subterránea.
Hidroeléctricas: Estudios de prefactibilidad, estudios de infiltración de agua en túneles.
Parques eólicos: Supervisión de cimentaciones especiales mediante columnas de grava, estudios geológico-geotécnicos.
Geotermia: Estudios geotérmicos someros y profundos, interacción con fluidos del terreno.
Hidrología e hidrogeología: Estudios de captación de agua, asesoría técnica y estudios de disponibilidad para instalaciones y plantas.
Granja eólica, foto de Charles Cook