El sector costero entre las Regiones del Biobío y Los Lagos emerge como el área más apta para la instalación de aerogeneradores en el mar
Investigadores del Laboratorio de la Biósfera (LAB) de la Universidad de Chile utilizaron datos del sensor seawinds, a bordo del satélite QuickScat de la Nasa, para medir el potencial eólico marino del país, con el fin de obtener información para la futura instalación de aerogeneradores que permitan utilizar este tipo de energía, hasta ahora inexplorada en el país.
Cristián Mattar, director del LAB y científico que lideró la investigación junto a Nicolás Villar, señala que el estudio pone a Chile a la vanguardia de los que están haciendo países como Brasil, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, China y Noruega, que buscan aprovechar su potencial energético en el mar (off shore).
“Noruega ha desarrollado un módulo eólico sin torre de anclaje ubicado a 10 km de sus costas conocido como Hywind, cuyos resultados han demostrado la gran utilidad de analizar estas nuevas tecnologías eólicas en el mar y así obtener una potencia mayor”, señala el experto.
El LAB dividió al país en tres zonas y simularon la existencia de aerogeneradores a 50 kilómetros de la costa. Se midió desde el límite norte de Chile hasta 100 km sur de la ciudad de Antofagasta (zona A), desde 30 km al norte de Taltal hasta la Región del Biobío (zona B) y desde la misma región hasta Quellón (zona C)(ver infografía).
En estas áreas se detectaron factores de planta promedio superiores al 20% y equivalentes al 36% en las dos últimas zonas, las que resultan ser las más aptas para la futura instalación de parques eólicos en el mar, que tienen más ventajas que los parques, on shore, en tierra
Según explica Mattar, los rangos de velocidad son siempre mayores “off shore” debido a que la rugosidad del mar es mucho menor que la tierra. “No existe relieve y menos aún, un uso competitivo. Esto explica que los parques eólicos off-shore hayan tenido un explosivo crecimiento en la última década destacando el parque eólico off shore London Array con más de 600 MW de potencia instalada”, agrega.
Otra ventaja sobre los parques en tierra, es que en el mar se puede obtener vientos de forma más continua que en tierra, los que permite accionar los aerogeneradores por períodos más prolongados.
El director del LAB explica que ya no es necesario anclar los aerogeneradores en el suelo marino y que es posible encontrar nuevos sistemas de flotación que permiten un simple anclaje a la superficie y esto ahorraría el monto de inversión significativamente.
“Basado en la experiencia de Noruega, así como en los crecientes esfuerzos de los últimos gobiernos en diversificar la matriz energética, es posible pensar que estamos a una década de funcionamiento del primer parque eólico de Chile”, afirma.